Nuestro Seminario
Seminario Menor
El Seminario Menor «Santo Domingo de Guzmán» es una comunidad educativa diocesana, erigida por el Obispo de Osma-Soria, según las normas de la Santa Sede, para cultivar las semillas de vocación sacerdotal de quienes, en edad temprana, presentan indicios de esta vocación y se inclinan por el sacerdocio diocesano secular.
Por tanto, en razón de su fin específico, el Seminario Menor acoge sólo a quienes de algún modo, según su condición y edad, manifiestan señales de vocación al ministerio sacerdotal, o la admiten como posible.
El Seminario pretende proporcionar a los seminaristas, niños y adolescentes que manifiestan tales indicios de vocación al sacerdocio, una formación integral adecuada, ofreciéndoles los medios necesarios para su maduración educativa en el crecimiento humano, cristiano y específicamente vocacional.
Seminario Mayor
El Seminario Mayor debe ser escuela de fidelidad total a Cristo, a su Iglesia y a la propia vocación y misión. Esta triple fidelidad, posibilitada por la gracia y que tiene su modelo en Jesús a quien el Padre consagró y envió al mundo como Buen Pastor que da la vida por las ovejas, debe configurar todas las dimensiones de la formación del Seminario.
Los frutos de la renovación en la formación sacerdotal promovida por el Vaticano II, las experiencias positivas de los últimos años, discernidas y recogidas por los anteriores planes de formación sacerdotal y su aplicación práctica, han perfilado una serie de principios básicos que iluminan la realidad y tarea de nuestros Seminarios y articulan sus respectivos proyectos educativos. Entre ellos conviene subrayar:
- La concepción del Seminario como itinerario de vida, que comporta un proceso formativo, y no un mero lugar material.
El carácter prioritariamente formativo de la comunidad del Seminario. - La incorporación personal de los aspirantes al sacerdocio al proceso formativo del Seminario y su participación activa y responsable en el funcionamiento del mismo.
- La importancia de una cuidadosa formación humana en orden a conseguir personalidades equilibradas, sólidas y libres capaces de llevar el peso de las responsabilidades pastorales.
- La necesidad de una formación religiosa y espiritual hondamente personalizada y vivencialmente experimentada como una relación de comunión y amistad profundas con Cristo.
- La adquisición de una seria formación intelectual que capacite a los futuros sacerdotes para el anuncio del Evangelio en el mundo actual, haciéndolo creíble frente a las legítimas exigencias de la razón humana.
- El régimen de vida comunitaria de los miembros del Seminario y su dedicación plena a la formación sacerdotal.
- La inserción progresiva de los seminaristas en la vida de la diócesis y el seguimiento atento y sensibilidad por los problemas de la sociedad.
- La profunda relación que guardan entre sí la formación inicial del Seminario y la formación permanente de los sacerdotes en el horizonte de un solo proyecto orgánico de vida cristiana y sacerdotal.
